“Me alegro”, no fue solo un recurso retórico, ni una fórmula de cortesía, sino la auténtica clave de bóveda del pregón que D. Magín Revillo, periodista y pregonero de este año, pronunció en la Catedral de Astorga para abrir solemnemente la Semana Santa de 2025. Un “me alegro” que resonó como eco familiar en cada rincón de nuestra catedral, como si recogiera la voz de tantas generaciones de astorganos que, al cruzarse por la calle, se saludan con esa expresión sencilla y cargada de humanidad. Magín Revillo supo convertir este saludo entrañable en el hilo conductor de su pregón, elevando lo cotidiano a categoría de testimonio profundo. “Me alegro”, dijo, por volver a casa, por ver a la familia de la Semana Santa reunida, por reencontrarse con los hermanos de cofradías, archicofradía y hermandades que, año tras año, hacen posible que Astorga luzca su fe con orgullo y belleza en las calles. “Me alegro”, repitió, por reconocer en los rostros de siempre la perseverancia del alma maragata, esa fidelidad que no se doblega ante los tiempos inciertos, sino que se afirma, con esperanza, en la cruz gloriosa de Cristo. No era un simple estribillo: era una declaración de amor a su tierra y a sus gentes. Revillo habló con la naturalidad de quien camina las calles de Astorga y se detiene a charlar con los vecinos, de quien conoce el peso de cada medalla, de cada repostero, de cada túnica penitencial, de cada mirada que se eleva al Crucificado en las madrugadas frías de la Pasión.